sábado, 9 de julio de 2011

Noruega: fiordos, glaciares, lluvia (parte IV)

Por si no había más ganas de fastidiarnos los planes, va el coche y amaga con problemas de motor. Llamamos a la agencia para que nos manden una grúa y, entre que viene y tal, pasan las horas y se nos joroba el plan de hoy, subir en el famoso trenecito por un precioso valle y bajar andando.
La tarde la tenemos ocupada viajando hasta el Preikestolen, unas 6 horas más al sur...
Total, que pasamos un par de horas en el pueblo, aburridos

Por fín, el coche parece que tira y nos largamos, que queda mucho por recorrer hoy.
Llegamos finalmente al albergue-refugio de montaña del Preikestolen y tras admirar el cómodo, amplio y nada agobiante (ejem!) habitáculo asignado, cenamos lo nuestro en compañía de un par de moteros del sur de España y nos contamos las peripecias vividas. Mañana prometen lluvia hasta las 18h. No me lo creo, oiga.


Amaneciendo
 

Pues sí, dia chungo, pero decidimos esperar hasta las 16h porque, teniendo en cuenta que la ascensión al Púlpito se tarda 2 horas, comenta el parte que a las 18h comienza a clarear... Y llevan acertando en esto del tiempo todos los dias, asi que nos fiamos.

Llegan las 16h. y es ahora o nunca, asi que a pesar de que el tiempo sigue cubierto aunque menos, nos calzamos y empezamos a subir al llamado Púlpito o Preikestolen (ver en la Wiki o en imágenes de Google lo que es, porque por mis fotos nos sus enteraréis de nada)

El camino como véis, apto hasta para un taca-taca...

...aunque mejor no, que tiene sus tramos de grandes pedruscos que hay que tener algo de maña para superarlos, sobre todo mojados

Y, tras 1.50h de subida, llegamos al susodicho atractivo turístico más famoso (o de los más) de Noruega, un inmenso bloque de piedra que se adentra en el aire medio colgando del fiordo, 600m más arriba


No merece la pena poner más fotos porque no se ve nada de nada,. Frustrados por no poder ver nada, y a pesar de que es un milagro estar solo aqui porque normalmente hay que pedir vez para poder estar ahi, emprendemos el descenso



Rayos de sol sobre la costa de Stavanger

Así que de esta guisa nos vamos de allí, camino de Stavanger que está cerca, cogiendo un último ferry. Esta noche dormimos en un hotel en plan homenaje aunque sin ser nada del otro mundo... Ya vale de cabañas, necesitamos una buena ducha!


En Stavanger, cuarta ciudad del país, lo único visitable quizá sea la zona del puerto y el conjunto de casa de madera antiguas del S.XVII creo recordar, como de cuento.
Aqui los bomberos andan algo anticuados aún... Se ve que la lluvia no deja incendio vivo...



Las casas de madera y sus calles empedradas




Y así, tras 2.100 km. de carreteras alucinantes, campings, glaciares, nos quedamos con lo mejor del viaje a pesar del tiempo, su grandeza natural e impresionantes paisajes y la compañía, por supuesto!

2 comentarios:

  1. yepa artixta y este blog joer otro ke ha caido, al final todos caeremos esta bien aunke te falta un poco de contenido eh jejeje

    muy txulo lo ke tienes kolgau de momento, nos vemos agures

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  2. Aupa Txauen! Dáme tiempo y poco a poco iré poniendo cosas. Un saludo!

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