lunes, 5 de septiembre de 2011

Las Malloas: tragado por la niebla

Ya iba siendo hora de que me animara a venir a este rincón profundo de Gipuzkoa, después de los relatos y fotos que han pasado por mis ojos haciéndoseme más atractivo cada vez.
Quería venir acompañado, porque la ruta que había escogido era bien larga y preciosa, entre bosque, barrancos, campas, cordales... pero esta temporada parece que al destino no le da la gana que la cuadrilla coincidamos, así que confiado en el buen tiempo anunciado allá que me voy, mapa en mano.


Mi idea es subir desde el barrio de San Martín en Amezketa por el barranco de Arritzaga y llegar hasta el Kurutzeaga, para volver por todo el cordal, pasando por el Irumugarrieta y volviendo al punto de partida, completando una circular excepcional.
Comienzo a andar a las 9.20h por cemento y a los 10 minutos desvío a la izquierda por este camino, bien señalizado en todo momento (y toda la ruta) con las marcas rojas y blancas del GR-121.
Quedan restos de pasadas lluvias y tormentas, de ahí que el terreno siga muy mojado, haciendo las piedras muy peligrosas.



El camino no tiene pérdida, si acaso algún que otro cruce pero siempre debo seguir el principal, marcado perfectamente con las señales del GR. Aquí una ventana entre los árboles

Llego a estas pequeñas campas cercadas donde el camino se suaviza. A decir verdad, el desnivel se va superando poco a poco de manera regular, sin grandes repechos

A los 45min llego a este cruce señalizado. Voy subiendo desde ahí abajo por la valla y sigo el mismo sentido, por el marcado sendero de Arritzaga

Ya empiezo a intuir el barranco abriéndose pero, al llegar a esta txabola alcanzo casi sin querer la cota de las nubes y la niebla. Desolador.
Tenía la esperanza de que a medida que pasara el tiempo desaparecieran o, al menos, se elevaran por encima de las cumbres... pero me temo que no.
Me quito la mochila para abrigarme y esperar unos minutos "a verlas venir"... 
Al final, todo lo contrario. Están bajando y enseguida me engullen nubes, niebla y lluvia, echándome a patadas.

Pues nada, otra vez será.
Vuelvo sobre mis pasos con máxima precaución por la roca mojada y resbaladiza. Total, ya no tengo prisa...

Con cara de frustración, rabia y algo de tonto, para qué negarlo...

En fin, aquí y ahora es cuando se dice aquello de volveré y me las pagarás y tal. Al menos ya conozco la primera hora y cuarto de ruta. Y siempre queda la excusa de que todo éste paraje, cuando vuelva, seguirá donde lo dejo hoy. Saludos!

2 comentarios:

  1. Aupa Asier,
    Menudas rutas que preparas eeeeeehhh, no paras quieto por lo que veo ;-)
    Sigue así y a ver si montamos una salidita cuando vuelva Eneko para hacer alguna via ferrata antes de empezar las clases ;-p
    Aguuuurrrrrrrrrrr

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  2. Jodé, lo estoy deseando ir con vosotros, mákinas! Ésta vez no he podido, pero a la semana siguiente sí, sigue leyendo... ;)

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