Amanece un nuevo día... ah, no! que todavía son las 3 de la mañana. Así es Noruega. Al saco de nuevo
Hoy toca visita a otra lengua de glaciar, en este caso, Nigardsbreen, rodeado de un paraje de escándalo, el valle por donde bajaba el hielo hace cientos de años
Panorámica
Tras coger sitio en el cámping de Jostedal decidimos subir a un puerto que nos han indicado a intentar subir un monte desde donde podríamos ver todo el glaciar anterior desde las alturas. Una serpenteante carreterita nos sube hasta que se corta y nos embotamos
Lago al final del puerto
Nos quedamos a 20 escasos minutos del Myrhorn, como reza el cartel
Parte de la ruta
Al día siguiente nos toca mucha carretera hasta llegar al Parque Nacional de Jotunheim, a donde llegamos pasando por la carretera 55, alucinante. Primero, fiordos...
Después, montaña pura y dura, parajes inhóspitos a 5º en junio
Puerta de entrada al Parque de Jotunheim, con mucha agua que cae y moja
La mítica Route 55.
Llegamos a Bessheim, donde dormimos solos en un conjunto de cabañas con estas vistas. Mañana toca de nuevo monte, por penúltima vez.
La cabaña de Bessheim
Como digo, éste día es el último de pateo y tenemos intención de llegar hasta la cresta de Bessegen, famosa por su estrechez, la cual separa un lago enorme, el Bessvatnet, a casi 1.700m de altitud, con el precipicio que cae desde la cresta misma hasta el lago inferior y de donde se empieza a subir, Gjendesheim. Esto queda una perspectiva muy curiosa desde la cima de la cresta, con los dos lagos, de distinto color y altitud, pareciendo como si se tocaran.
De momento, el camino está amariconado, esta ruta es la más famosa de este parque
El lago de Gjende, con el embarcadero y el barquito que va hasta la otra punta, donde se halla el albergue Memurubu, otro punto de partida de esta ruta
Ya estamos en la parte inicial de a cresta (más bien loma aún)
Estamos a unos 1.700m. y el tiempo no mejora, nos vuelve a llover...
Lago Gjende
Lago Bessvatnet, desde la cresta.
Otro día fastidiado. La lluvia y la nieve nos corrompen los planes, y nos damos media vuelta después de recorrernos casi toda la cresta sin llegar al punto de máxima estrechez.
Bajando ya.
El cielo se abre un poco, qué cachondo, ahora que bajamos
La cresta Bessegen, desde abajo
Pues con este pequeño disgusto, uno más, cogemos el Alfalfa y atravesamos el parque nacional, descubriendo más paisajes de descoyuntarte la mandíbula. Típica área de veraneo de Noruega. Vamos, el Marina D´Or de estos lares
Un rinconcito
Precaución, renos
La carretera nos sube (una vez más) y nos regala este maravilloso lugar
Y vuelta a subir a las montañas
De nuevo en los fiordos
Llegamos a Flam, un cuco pueblillo del centro-sur de Noruega famoso por su excursión en el tren de madera del año catapúm, y punto de encuentro de muchos trotamundos puesto que hasta aquí llegan trenes. Por lo menos hay algo más de vidilla.Y la cabaña está genial, bastante mejor que la de Bessheim.
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