jueves, 7 de julio de 2011

Noruega: fiordos, glaciares, lluvia (parte III)

Amanece un nuevo día... ah, no! que todavía son las 3 de la mañana. Así es Noruega. Al saco de nuevo

Hoy toca visita a otra lengua de glaciar, en este caso, Nigardsbreen, rodeado de un paraje de escándalo, el valle por donde bajaba el hielo hace cientos de años




Panorámica

Tras coger sitio en el cámping de Jostedal decidimos subir a un puerto que nos han indicado a intentar subir un monte desde donde podríamos ver todo el glaciar anterior desde las alturas. Una serpenteante carreterita nos sube hasta que se corta y nos embotamos

Lago al final del puerto

 Subimos hora y media, suficiente para las machacadas piernas de Iran, y podemos contemplar parte del valle


Nos quedamos a 20 escasos minutos del Myrhorn, como reza el cartel
 Parte de la ruta




 Justo después de llegar de nuevo al cámping, pasamos de largo para visitar un lago al final de un pequeño puerto, pero un pequeño alud corta la carretera y nos obliga a seguir andando... pero como ya estamos un poco saturados de andar, enseguida volvemos a la cabaña, cenamos al sol (el único dia) y disfrutamos de las pocas horas de sol que nos concedía este país.

Al día siguiente nos toca mucha carretera hasta llegar al Parque Nacional de Jotunheim, a donde llegamos pasando por la carretera 55, alucinante. Primero, fiordos...

Después, montaña pura y dura, parajes inhóspitos a 5º en junio



Puerta de entrada al Parque de Jotunheim, con mucha agua que cae y moja
 La mítica Route 55.

Llegamos a Bessheim, donde dormimos solos en un conjunto de cabañas con estas vistas. Mañana toca de nuevo monte, por penúltima vez.


La cabaña de Bessheim

Como digo, éste día es el último de pateo y tenemos intención de llegar hasta la cresta de Bessegen, famosa por su estrechez, la cual separa un lago enorme, el Bessvatnet, a casi 1.700m de altitud, con el precipicio que cae desde la cresta misma hasta el lago inferior y de donde se empieza a subir, Gjendesheim. Esto queda una perspectiva muy curiosa desde la cima de la cresta, con los dos lagos, de distinto color y altitud, pareciendo como si se tocaran.
De momento, el camino está amariconado, esta ruta es la más famosa de este parque

El lago de Gjende, con el embarcadero y el barquito que va hasta la otra punta, donde se halla el albergue Memurubu, otro punto de partida de esta ruta


Ya estamos en la parte inicial de a cresta (más bien loma aún)

Estamos a unos 1.700m. y el tiempo no mejora, nos vuelve a llover...

Lago Gjende

Lago Bessvatnet, desde la cresta.
Otro día fastidiado. La lluvia y la nieve nos corrompen los planes, y nos damos media vuelta después de recorrernos casi toda la cresta sin llegar al punto de máxima estrechez.

Bajando ya.

El cielo se abre un poco, qué cachondo, ahora que bajamos

La cresta Bessegen, desde abajo


Pues con este pequeño disgusto, uno más, cogemos el Alfalfa y atravesamos el parque nacional, descubriendo más paisajes de descoyuntarte la mandíbula. Típica área de veraneo de Noruega. Vamos, el Marina D´Or de estos lares

Un rinconcito

Precaución, renos

La carretera nos sube (una vez más) y nos regala este maravilloso lugar



Y vuelta a subir a las montañas

De nuevo en los fiordos


Llegamos a Flam, un cuco pueblillo del centro-sur de Noruega famoso por su excursión en el tren de madera del año catapúm, y punto de encuentro de muchos trotamundos puesto que hasta aquí llegan trenes. Por lo menos hay algo más de vidilla.Y la cabaña está genial, bastante mejor que la de Bessheim.

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