Un par de días en el Pirineo puede dar mucho de sí, y damos fe de ello con un par de excursiones que nos hemos cascado aprovechando el día y medio de buen tiempo.
El domingo nos acercamos al Portalet para realizar una raquetada interesante, no muy dura, con intento de ascensión final al Peyreget, ese hermano menor del Midi D´Ossau, cuya elegante silueta se lleva todos los honores y fotografías. Pero nuestro objetivo, que finalmente se me resistió por no disponer de crampones, se trata de un excelente mirador y una atalaya de extensas perspectivas. Además, un bello día de sol y nieve nos aguarda.
Al no poder hacer cima, nos proponemos descender por el vallecito que asciende al Col D´Anèou, atravesando por la base del Col de L´Iou y del pic Arazures.
Dejamos aparcado el coche un kilómetro después de la frontera, donde el aparcamiento casi está cubierto por la nieve que aún perdura...
Parking D´Anèou: 1.730 m.
Col de L´Iou: 2.194 m; 1.45h
Base del Pic Arazures: 2.000 m; 4h.
Descenso por pastos de Anèou al parking; 6.30h
Desivel positivo: 470 m.
Tiempo invertido con muchas paradas y fotos: 6.30h
Desde el parking de Anèou, ya disfrutamos del sublime espectáculo que ofrece la nieve de las montañas, los pastos y el azul intenso del cielo. El Pene de la Glère destaca desde aquí.
Foto para el álbum familiar, con Peyreget y el Midi D´Ossau
Bajamos a la pista semicubierta por la nieve y, tras cruzar por un puente, nos desviamos por donde nos indica el cartelito, al Col de L`Iou, y seguido cruzamos otro pequeño puente a la derecha.
Hacia la carretera del Portalet.
El Col de L`Iou se encuentra detrás del horizonte nevado, debemos atravesar las blancas laderas, ganando altura poco a poco, sin despegarnos de la pared del Soum de Pombie.
Peyreget, lo vamos rodeando por su lado Sur.
Paisaje bicromático, cegador, ilimitado.
El simpático Pene (de la Glère) cambia de forma, y tras él asoma el pico de Canal Roya.
Llegamos a un primer collado donde el camino se tumba, aprovechamos para descansar y proseguimos por entre esos bloques de piedra para afrontar los últimos metros al Col de L`Iou.
Se acerca...
Las rampas finales del Col nos hacen sudar, pero lo conseguimos.
El Midi ya nos ofrece desde aquí una hermosa estampa. Picamos algo en el collado y observamos la subida del Peyreget.
Col de L`Iou. Anayet, Punta Escarra, Pala de Ip... Enorme panorámica.
Volvemos a calzarnos las raquetas, nos espera una dura rampa inicial. Al poco de iniciar el ascenso, Irantzu se vuelve al collado, demasiada pendiente. Y con la nieve azotada por el viento, se torna complicado.
Por lo que continúo yo solo, vigilado por el Rey.
Otra imagen de la rampa del Peyreget, desde el collado. Una vez superada la rampa, se llega a la zona rocosa, la cual se sortea ligeramente por la derecha del eje somital.
Un pequeño respiro. Echo de menos los crampones...
Instantánea al corazón de Pirineos franceses.
Alternando tramos de nieve blanda con nieve dura por el viento, cada vez veo más complicado la hora de la bajada, las raquetas no dan confianza en este terreno ni son lo más idóneo... Dicho lo cual decido con pesar, darme la vuelta. No he venido aquí para pasar miedo ni incertidumbre.
La montaña no se mueve de donde está. Tenemos toda una vida para regresar.
Desciendo al collado con los cinco sentidos, puesto que la pendiente es muy pronunciada y no falta algún que otro resbalón sin consecuencias. Me deleito, eso sí, con la imagen de éstas montañas de libertad.
El lac de Peyreget está ahí debajo, completamente helado.
Tengo ganas de tí, compañero. De nuevo.
Decidimos alargar un poco la jornada. Para ello, de imprevisto nos dirigimos al Sur, pasando bajo la base del Col de L´Iou y del Pic Arazures, donde la pendiente no nos perdona y se ensaña con sendas culadas ladera abajo...
El Palas, sobrecogedor.
Un privilegio estar aquí.
Llega la hora del bokata, buscamos una zona de hierba para acomodarnos y le hincamos el diente, que ya es hora.
No se puede quejar de los sitios por los que la llevo...
Ya comidos y bebidos, descendemos sin prisa alguna guiados por innumerables huellas de esquís, raquetas y botas.
Una última mirada a la pareja del día, Peyreget y Midi, con el Petit Midi en el centro. Excelente jornada.
Arribamos al coche a las 16.30h, asomando ya las primeras nubes que poco a poco irán cubriendo el cielo. Veremos cómo amanece al día siguiente...
Sol, nieve y montañas, el deseo de todo montañero. Añadidle la mejor de las compañías y el resultado es gloria. Saludos mendizales!
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